9:30h y en la plaza ya estaban ocho ciclistas para disfrutar de la jornada. Fue una mañana de reencuentros y de una incorporación. Nuestro amigo Rafa, de San Leonardo, se apuntó a este día de climatología perfecta. Arrancamos y ya en dirección a la tenada de Matarrulla nos encontramos el primer repechito. Bajamos al río y enseguida empieza el falso llano y la cuesta de subida hasta la Culata de Brabojo. Piñas, pinocha y roderas hacen la cuesta dura y técnica pero unos y otros con más o menos suerte terminamos subiendo. La bajada que seguía hacia el presón es técnica y nos obliga a bajar con la precaución adecuada. Caminito cuesta arriba pero por buen terreno hace la selección natural, aunque a pocos kilómetros nos desviamos a la nueva senda. En esa bajada por senda, también técnica, algunos nos confundimos y nos desviamos, teniendo que interceptar el camino previsto a patita pues el rebollar nos impedía seguir montados y los walkies... sin cobertura. A pocos metros llegamos ya a un puesto abandonado anti-incendios, mirador de Peñas Altas. Las vistas desde allí son impresionantes y con las veces que hemos pasado por allí y en ninguna de ellas vimos la caseta... torpes que somos. Allí encontramos a un paisano que el día anterior se le cayó el móvil en el monte y desandaba el camino. Arrancamos y comenzamos en descenso al alto de Milanos cuando en mitad de la senda Rafael dice, "anda, ¿y esto?" el móvil del paisano tirado en el suelo. Tras las llamadas oportunas y puesto en conocimiento el hallazgo continuamos nuestra marcha. Poco a poco empezamos a atisbar El Amogable y la pista del aeródromo. Allí un indeciso Coque no sabe si continuar o volver con Domingo a Navaleno... se viene con nosotros y tras tomar agua nos dirigimos camino de la Canaleja, donde no llegamos y tiramos para la senda de Castroverde. Allí el terrenito se las trae y combinando puntos de a pie y malabares, Goyo (que abría ruta) sufre un rehuse ante un obstáculo que le llevaba al trampal directo. Coque tras increparle y sortearle por la izquierda.... chooooofff. Risas y continuamos cuando Palo nos ofrece su ya clásica rotura de patilla. Una rama con malas artes se le introduce a su paso y hace palanca con su cambio que le arranca el apéndice maldito. Tras intercambio de opiniones y tras tantas trabas en la ruta decidimos recortar por el camino de Parcaminos y bajada hacia la Fuente del Roble. En el Paso de la Solana ya se ha hecho tarde y subimos el Alto de Majadil para tirarnos sobre nuestros clasicos porrones. Cuanto antes salimos más tardamos en llegar |
Foto del grupo
Una pequeña muestra de qué se ve desde el mirador
Toda foto requiere su preparación |
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