Por fin, todo el año preparando el viaje y comienza la puesta en escena. De los nuestros “solamente” Alberto, Palo y Nacho, valientes como nadie (inconscientes, también) arrancan los cuatro días más importantes de la temporada. Como menú, el recorrido de la Epic Trail modificado a nuestras necesidades con cuartel general en Castejón de Sos, comenzando por la segunda etapa de la famosa ruta. Nos hemos juntado un grupo humano excelente y desde la cena de ayer se notó, hoy en ruta no ha sido menos que profundizar en la primera impresión. Nuestros amigos Bicipringaos y Airelibre se han mostrado como grupo unido y solidario, ingredientes fundamentales para que estos cuatro duros días sean inolvidables. De Bicipringaos han venido Roberto, Txomin, Julián, David, Dani, Goyo, Javi, Julio y don Antonio, el corazón y cerebro del grupo (si tú eres el cerebro cómo seremos los otros, jajaja). De AireLibre los hermanos San Isidro (Juan, Fernando y Enrique), Morales y Jota. En la cena conseguimos adelantar la salida pues las 9:00h se hacía demasiado duro por el calor de hoy y la adelantamos para las 8:30h, pero al final entre pitos y flautas... saliendo a las 9, qué se le va a hacer. Preparativos de última hora, fotos y
rodando, que nos queda tela que cortar. Nada más salir se muestra lo
que la jornada nos iba a ir deparando. Espectáculo constante pues
hemos ido descendiendo junto al cauce del río por carretera y por un
desfiladero impresionante. Antonio se despide de nosotros para vernos
al otro lado de la montaña, pues por sus problemas tiene que ir con
la furgoneta. Cuando tomamos el desvío ya empieza la canción, hay
que dar pedales y duros. El puerto comienza por carretera de
montaña, muy tranquila pero dura dura, con rampitas para machos de
hasta el 15% en ciertos tramos. Al llegar al pueblo de Viu nos
reagrupamos y comienzan las primeras impresiones comiendo las
barritas. La temperatura era ya algo que iba a marcar el resto del
día. En estas formaciones montañosas el aire va siempre en
dirección a la cumbre, por lo que si no hay sombra, la sensación de
agobio y calor se multiplica y te metes un calentón de narices.
Cuando reemprendemos la marcha ya salimos a la pista con 7 kilómetros
de pista durísima, de exigencia altísima ya no solo por el desnivel
sino por la superficie. Piedras sueltas y roderas que desgastan hasta
las piedras del fondo del camino. La única recompensa es el inmenso
paisaje que nos rodeaba y el hayedo espectacular que nos cobija y nos
ayuda a respirar. En este punto la salida estaba rota y en mil
grupos, cada uno a su nivel físico, pues con esta dureza si das un
pedal de más y tu compañero otra de menos preparas un buen corte.
Con el plato pequeño y piñones grandes no, grandísimos, nos
volvemos a juntar para poder circular con el grupo más compacto
cerca de la cima del puerto, Cuando arrancamos... “andá, mira
dónde estaba la fuenteeee”. A cien metros estábamos diciendo que
íbamos ya tiritando de agua y que no había fuentes. Tras repostar
viene una de las panorámicas más bonitas del día. El paso entre
valles sencillamente es indescriptible por su belleza. Todos los
picos que nos rodean son a cuál más bonitos y la pradera de las
fotos nos pide que nos quedemos allí a vivir. Tarde, tenemos que
continuar. Nos adentramos en otra vereda de nuevo entre hayedos para
el cambio de ladera de la montaña y las palabras de admiración son
constantes. Descendiendo el problema de Enrique florece y los dolores
de cuádriceps (genético pues sus hermanos también lo sufren) le
hace ver las estrellas. Múltiples paradas y el dolor insoportable
que sufre nos genera un montón de paradas y reagrupamientos pero ni
una queja y la unión es constante. El terreno empieza a ensanchar y
la vereda da paso a un camino lleno de lajas de piedra y duros botes.
Antonio, para entonces, nos informa que ya había comprado 5 kilos de
plátanos y que comenzaba el ascenso con su bici eléctrica para
encontrarse con nosotros. Casi ningún problema mecánico hasta que
Dani sufre su pinchazo que nos retrasa un buen ratito. Al repararlo
el grupo fue arropando a Enrique y a ritmo tranquilo sigue el
descenso hasta encontrarnos con Antonio que sube con el motor al 2,
como Cancellara, sólo 13km... Poco a poco nos vamos juntando y
tirando fotitos por los parajes inmensos. El calor ya aprieta, pero
ya era bajada. En uno de los botes y sobre una de las infinitas
piedras Antonio revienta la rueda de la bici electrica, pues el peso
del artefacto es bastante alto. Antes de la parada en la Lafortunada
Palo disfruta de su doble tirabuzón carpado que le caracteriza en
una trialera de solamente Txomin sabe cruzar sin poner un solo pie en
el suelo, amigos, me quito el sombrero con este trialero de pro.
Enrique mejora pero cuando se baja en ese tramo, otra vez sus
cuádriceps dicen ole. Caminando hasta el pueblo paramos a dar buena
cuenta de los plátanos de Antonio y una buena cervecita, como debe
de ser. Tras las risas buen rollo reemprendemos la marcha hacia Plan.
El terreno nos es favorable y hasta el cruce todo bien, desde allí
14 km hasta el pueblo. Las fuerzas se veían ya cerca del límite y
cercanos a los 70 km y con cuesta arriba ya no es igual que en la
salida. Túneles y carretera siempre cuesta arriba hacia el pueblo
hace de nuevo que nos agrupemos, desagrupemos y agrupemos varias
veces, pero por fin vemos el hotel desde la carretera. Misión
cumplida y sin más dilación a limpiar las máquinas. Jornada 10 y
superlativa en todo, pero no es la más dura, al menos sobre el
papel. ¿qué será de nosotros mañana? WebRep Calificación general |
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